martes, 7 de enero de 2014

Shileeeno, shileeeno..!


De los chilenos decimos un montón de cosas: que son todos pinochetistas; que son forros; que tienen un desierto bautizado lindamente (Atacama); que nos envidian; que no saben nada de música (La Ley); que su acento, como el de cualquier otro latinoamericano, es gracioso; que le dieron al mundo tenistas cuyo nivel de pedantería supera el promedio (el Chino Ríos) pero que también brindaron maestros de la humildad infinita (el Matador Salas), que seducen a Madonna, tan sólo exhibiendo involuntariamente sus rasgos aindiados (Bamban Zamorano). Lejos de perder el tiempo intentando refutar o confirmar este sólido corpus de prejuicios, quiero destacar que los chilenos tienen, además, increíbles poetas. Vivos, muertos, o a punto de morir; con tradiciones, rupturas, peleas, guerra de egos pero, por sobre todo, poetas de altísima calidad que han hecho maravillas con nuestra maravillosa lengua.

Si Argentina y Chile fueran, en lugar de países, dos clubes de fútbol, podríamos preguntarnos cuál de los dos, desde sus categorías inferiores, formó y promovió más cracks de la poesía. Los trasandinos nos ganarían por goleada. Si no me creen, lean a: Vicente Huidobro, Gabriela Mistral, Pablo de Rokha, Diego Maquieira, Enrique Lihn, Nicanor Parra, Rodrigo Lira, Yanco Gozáles, José Ángel Cuevas, etc. Ahora bien, esta introducción no intenta reproducir una vez más la costumbre tilinga de sostener que “todo lo que es de afuera es mejor”, sino simplemente declarar una verdad absoluta: Alexis Figueroa también es poeta, también es chileno y es un capo.

Welcome to the TV. Welcome to the machine.
Vien benidos al salón del invierno luminoso, 
víen benidos al túnel del amor en las muchachas de las luces de neón.
Hoy tendremos cajas de cristal sobre la pista, 
hoy tendremos desnudas las mujeres, bailando ragee adentro de un acuario.
(Sus cabellos flotarán igual que largas colas de
peces tropicales,
sus cinturas cimbrarán ondulando abandonadas,
como un gran velero de algas, 
como un nautilus transparente navegando por los fondos de este mar).
Vien benidos al lugar de las luces calcinantes,
welcome to the machine;
podrán tocar sus piernas si lo quieren,
podrán elegirlas con el dedo,
podrán acariciarlas suavemente por los flancos,
incluso abofetearlas si deseáis.
Pasad, venid a las mujeres de piel toda dorada,
venid a ver sus ojos de plumas tornasoles, sus pasos de pantera,
sus manos enguantadas en la luz fosforescente. 
Levad la plata en alto, welcome to the machine:
(penetrad por las puertas de colores,
entrad sin miedo, decidíos,
que detrás ellas espéranles temblando,
dispuestas a mojarlos con su lluvia,
a llevarles por la noche en la balsa de sus cuerpos,
a extraviarles como un pájaro en plena tempestad).
Para todos tenemos la mujer,
el paisaje que soñó, la parte donde siempre quiso y
nunca pudo estar para gozarlas:
los salones donde bailó la muerte roja,
las grutas del Fingal y del Mamut,
los parajes del manuscrito encontrado en Zaragoza.
Hay un Maelstrom de sexo si queréis aventuraros al peligro.
Podemos recrear nuevos peldaños en la escala de
las Hadas,
podemos recrearos mil y una noches de lectura de sus
cuerpos juveniles.
Este es un fragmento del poema titulado “Folletín de Propaganda N° 1”, del libro Vírgenes del Sol inn Cabaret. Por este trabajo, Alexis Figueroa, nacido en Concepción en el año 1956, recibió, tres décadas más tarde, el premio Casa de las Américas, uno de los más prestigiosos de Latinoamérica. Como si hubiese visto el futuro, Alexis parece haber escrito estos textos después de mirar una temporada entera de Bailando por un Sueño. Sin embargo, en lugar de adoptar una postura pasiva, embobado por los cuerpos perfectos  y en hd, se dedicó a construir un discurso poético de ruptura con sus contemporáneos, la mayoría basados en una poética testimonial, de evidente compromiso político y repleta de alusiones directas. Por otra parte, también supo alejarse de otra zona de influencia latente en la escena chilena de los ochenta: rápidamente se dio cuenta que los poetas beatniks, después de los Beatles, aburren.

“La originalidad de mi obra pasa por los temas y por preocuparme de los procedimientos de abordaje a los temas.” “Pero te agrego: me gusta la imagen de un "operador" sin un nombre, un diseñador de eventos textuales…” En relación con estas declaraciones, podemos observar en Vírgenes al sol… la incorporación de nuevos recursos y elementos: protagonismo del sexo y el cuerpo como mercancías; ecos del discurso mediático y publicitario que se combinan y resuenan lúdicamente; registro que, cual péndulo, se mueve desde lo paródico, muy lúcido ciertamente, hasta la amarga ironía; donde no faltan las imágenes que remiten a carnavales, como si todo fuera nada más que un espectáculo. Son textos que debemos leer en voz alta y disfrazados de arlequines: con trajes de rombos abrillantados, con volados en las mangas y en el cuello; el rimel corrido, con una copa de champagne en la mano y un arma en la cintura, sobre una tarima pequeña y encandilados por una hilera de intensos reflectores.
Sin abandonar la crítica social, como quería Leónidas Lamborghini, Figueroa tomó la distorsión, la asimiló y la devolvió multiplicada.

Entrad ya, no paséis frío, 
vien benidos al cabaret del invierno luminoso, 
vien benidos al salón de los bellos engranajes,
vien benidos al túnel del amor en las muchachas
de las luces de neón.
Vien benidos, pero antes recordad, mirad el lema, 
que nuestro gigantesco zepelín de propaganda 
escribe en sus costados, sobre el cielo:

"ELLAS SON PASTA MODELABLE/USTED PIDE/USTED
PAGA/ ELLAS SON ARCILLA EN NUESTRAS MANOS".

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