miércoles, 17 de diciembre de 2014

T.S & D.S


Lo politico en el texto, la cartografia que diseña el autor (?), la representación de la época, el testimonio del que da cuenta, el ritual que repite el escritor cada vez que se sienta a escribir, sus influencias, el primer libro que leyó, el primero que robó en una libreria de saldos, las editoriales independientes y la autogestión, el setentismo, la discusión con el "mercado", las escrituras del yo, las huellas del consumo cultural en el discurso, la relación con la tecnologia y las redes sociales, la relación entre lo bajo y lo alto, el género al que adscribe, etcetera, etcetera... A la hora de abordar un texto literario, ya sea en entrevistas, en reseñas, en articulos e incluso en libros enteros, a menudo la critica hace hincapie en esos aspectos; acaso atendibles, pero no centrales ni lo suficientenente útiles para pensar y resolver problemas prácticos y concretos de un escritor contemporaneo, en relación a la lengua castellana argentina y al contexto de inserción.
Damián Selci, desde la Revista Planta y otros medios, y especialmente luego de la publicación de su primera novela, Canción de la Desconfianza, es uno de las pocas voces que desde hace un tiempo insiste en cambiar la modalidad de la crítica. En términos generales, afirma que la critica fundamentalmente debe establecer valoraciones de los textos; postura que le valió comentarios que, en lugar de ampliar el debate, intentaron clausurarlo. A continuación dejo fragmentos de un par de entrevistas donde habla sobre este asunto:

"―El protagonista quiere ser “el moralista argentino”. ¿Por qué esa reivindicación de la moral?
―Es parte de una puja con la literatura social-demócrata. Para mí, un porcentaje preocupantemente alto de los escritores que publican hoy no se toman las cosas en serio, al igual que un porcentaje alto de periodistas. En la novela lo planteo en el sentido de tomarse las cosas en serio. A mí me gusta la crítica que le hace (Slavoj) Žižek al cinismo. Dice que los cínicos son los que no creen en nada, cuya creencia consiste en que  los  demás  son  todos  unos  tontos  que se toman en serio las cosas, mientras ellos están curados del espanto o “esclarecidos”. Žižek dice que esos tipos son los que más creen, porque para ellos la creencia es tan insoportable  que  tienen  que  delegársela  a los demás. En la literatura pasa mucho que los autores que ratifican una posición cínica escriben poderosamente mal, porque carecen del deseo de que la literatura produzca algo, desconfían de ella, no creen que podría servir para algo más que para ganar prestigio dentro las 2300 personas que consumen libros contemporáneos."

"―¿Por qué “establecer valoraciones honestas” es un problema?
―La premisa de funcionamiento de la narrativa  social-demócrata  es  la  opción posmoderna de que hacer un juicio de valor es malo, es totalitario, es “estalinista” (así lo calificó el crítico Quintín en Perfil) y así es cómo ellos  han  logrado  su  propio  autoritarismo, el de la tolerancia, en el que todos pueden emitir una opinión mientras no vaya contra ellos. Cuando alguien discute se lo excluye. Cuando  uno  instaura  un  consenso  socialdemócrata  estético,  donde  todo  es  blando, débil, bobo, el acompañamiento natural de eso es que la única provocación puede venir por  derecha.  El ejemplo  internacional  más conocido  es  (Michel)  Houellebecq,  un  tipo que hace novelas malas, pero que critica a la cultura hippie. No obstante, es un autor al que se toma como medida de cómo uno puede salir del adormecimiento socialdemócrata con más socialdemocracia pero provocadora de derecha. Esa es la falsa alternativa que plantean las posiciones actuales." Completa acá.

"- ¿Qué se supone?
– El gusto de un crítico tiene tres componentes: 1) conocimiento de la tradición, 2) conocimiento de la literatura contemporánea, 3) apertura honesta a la novedad. Que a un crítico “le guste” la poesía neobarroca o la novela de aventuras no le importa a nadie.

- ¿Cómo se ejerce la crítica literaria en un mundo donde la felicidad es un imperativo y el consenso un ideal intelectual?
– Jorge Panesi, un profesor que tuve en la facultad, decía: el oficio del crítico es el más injusto del mundo. Yo pensaba que se refería a que si uno ejercía ese oficio con una mínima seriedad, iba a ser cascoteado por medio mundo. Y es así. Pero ahora esa declaración se puede leer de otra manera: el crítico siempre es “injusto” para un buen número de personas.

Está mal visto que un crítico haga juicios de valor y los argumente. El posmodernismo y esa benevolencia socialdemócrata es todavía la ideología dominante para muchos.

A mí se me acusa de autoritario por… ¡discutir! Los autoritarios no discuten, te meten preso. Los socialdemócratas manejan un lenguaje orwelliano: cuando dicen que quieren debate,  quieren que te calles y los aplaudas; cuando hablan de pluralismo, quieren un consenso monolítico. Cuando aparece el crítico, tratan de expulsarlo de la discusión pública mediante la estigmatización." Completa acá 

Que Quintin lo haya acusado de estalinista no nos asombra, suele soltar expresiones hiperbólicas cada vez que se escandaliza, cual vieja amargada. Tampoco nos asombra cómo tituló la reseña la revista Ñ: Lavado de Cerebro; desde el vamos, un titulo tendencioso, mala leche. El autor es el escritor y critico cordobes Flavio Lo Presti, otro que, como le pasó a muchos con Fogwill, pisó el palito. En una entrevista declaró esto:

"¿No es un poco contradictorio esto? ¿Cómo se hace para no dejar afuera al lector y -al mismo tiempo- establecer criterios estéticos, que es lo que debe hacer la crítica?
 F- No estoy capacitado para responder esto. Yo soy un crítico malo, perezoso y reactivo. Como tuve una vida muy mala, sin planificación de ningún tipo (soy un poco la cigarra del cuento) y como no tengo herencia (es más, mi familia y yo somos un modesto frente contra deudas que nos acosan desde que tengo memoria) estoy obligado a poner el cuerpo trabajando y no tengo el tiempo que haría falta para tener una formación más sólida. De a poco he ido tomando la decisión de confiar en mí, en mi manera de leer, en mi gusto (que no es una roca, es más bien un bloque de azúcar vieja) y he perdido de vista el gran panorama de la crítica. A decir verdad, y sin ánimo de polemizar, no me interesa mucho lo que produce: sus cuestiones siempre me aburren (y esto remite a la respuesta anterior: si alguien llega a leer esta entrevista, va a decir: "¿qué le pasa a este estúpido, ignorante, resentido?", sin considerar que a mí no me molesta que dedique su vida entera a esos problemas que a mí no me interesan, ni pretendo que deje de hacerlo)." Completa acá.

Increible; tal cual como definió Damián más arriba, en la entrevista concedida al portal digital Nan: "no se toman en serio las cosas".

Además de la honestidad intelectual, ¿qué otros aspectos debe tener en cuenta un critico comprometido con su trabajo? T.S. Eliot, en "Función de la critica y función de la poesia" (1965), libro de gran actualidad que compila una serie de conferencias sobre la poesia y la critca inglesas de los últimos tres siglos, dice algunas cosas al respecto; me limito a transcribrir algunos fragmentos:

*¿Qué es la poesia? ¿Es esto un buen poema? Constituyen pues, las dos metas teóricas de toda labor crítica.
*Lo primordial en todo crítico es su aptitud para seleccionar el buen poema y rechazar el malo: reconocer el buen poema nuevo que responde propiamente a las nuevas circunstancias es la mejor prueba de su aptitud.
*...El lector ya formado, se enfrenta con algo nuevo en su tiempo y descubre un nuevo criterio poético de acuerdo con el cual considerarlo.
*Creo, más bien, que en una época en que la función de la poesia es algo sobre lo que hay un acuerdo general es más fácil que se de una minuciosa consideración, verso por verso, de aciertos y de errores expresivos tan notoriamente ausente de la critica de nuestro tiempo, una crítica que parece exigir a la poesia no de que esté bien escrita si no que sea "representativa de la época." Deseraria yo que prestásemos más atención a la propiedad expresiva, a la claridad u oscuridad, a la presición o impresición gramatical, a la palabra justa o inadecuada, levantada o vulgar, en nuestro verso; en fin a la buena o mala crianza de nuestros poetas.
*Me limito a sugerir que podemos aprender mucho sobre crítica y poesia si contemplamos la historia de la critica como algo más que un simple catálogo de sucesivas nociones sobre poesia: como un proceso de reajuste entre la poesia y el mundo en el cual y para el cual se produce.
*Acaso el estudio de la critica como un proceso de readaptación y no como una serie de azarosas conjeturas, nos ayude a extraer algunas conclusiones acerca de lo que es permanente en poesia y lo que es expresión del espiritu de una época, descubriendo lo que cambia, cómo y por qué, y acaso lleguemos a aprehender lo que no cambia. Examinando lo que ha parecido importante en una época y a otra, examinando afinidades y diferencias, podemos esperar un ensanchamiento de nuestra limitación y la desaparición de algunos de nuestros prejuicios.








jueves, 11 de septiembre de 2014

Algunas cosas



1- Los años se disuelven en meses, los meses en días, los días en horas, en minutos, en segundos y los segundos huyen. No los logrará atrapar, señoritingo de mi corazón. Se escurren. Se escapan. ¿Qué soy yo? Tan sólo un número de segundos que se han escurrido. Y el resultado: nada. ¡Nada!. Witold Gombrowicz - Cosmos.



2- Ella se abrió el tapado, y lo volvió a cerrar en una fracción de segundo, pero alcancé a ver bien las tetas más espléndidas que ojo humano haya contemplado alguna vez en este planeta. Mario Levrero - Dejen todo en mis manos.



3- - Te amo. Spencer suspiró: - Yo también. La comunicación se cortó, Spencer se apartó lentamente del teléfono. - Nunca diga "yo también"- dijo Arroyo - ¿Qué? - Asentir siempre es un rol pobre... - prosiguió el gordo-. En el amor, en el odio, en la guerra o en los negocios vale la iniciativa: el que tira la primera piedra o dice la primera palabra delimita el terreno, tiene una movida más, como en el ajedrez: juega con las blancas... En la vida hay que intentar que a uno no le toquen siempre las negras... - ¿De qué me habla?- reaccionó Spencer. - Perdone, lo veo abstraído... - se disculpó el gordo-. Pero al oírlo hablar por teléfono pensé que hay relaciones en las que siempre es uno el que maneja el verbo, mientras el otro queda limitado al "también" y al "tampoco". Y decía que asentir siempre me ha parecido un gesto pobre... Yo, al menos, siempre he pensado así... - Yo también. Juan Sasturain - Los sentidos del agua.



4-. En una sociedad opulenta como Estados Unidos, las regalías dejan bien claro al poeta que la poesía no es popular entre los lectores. Para cualquiera que trabaje en este medio, creo que esto debía ser más un motivo de orgullo que de vergüenza. El público lector ha aprendido a consumir incluso la mejor narrativa como si fuera sopa. Ha aprendido a mal emplear incluso la mejor música, al usarla de fondo para el estudio o la conversación. Los ejecutivos empresariales pueden comprar buenos cuadros y colgarlos en sus paredes como trofeos de estatus. Los turistas pueden "hacer" la gran arquitectura en un tour guiado de una hora. Pero gracias a Dios la poesía aún es difícil de digerir para el público; todavía tiene que ser "leída", esto es, hay que llegar a ella por un encuentro personal, o ignorarla. Por penoso que sea tener un puñado de lectores, por lo menos el poeta sabe algo sobre ellos: que tienen una relación personal con su obra. Y esto es más de lo que cualquier novelista de bestsellers podría reclamar para sí. W. H. Auden - Breve defensa de la poesía.
5-  Vos tenés un montón de mierda en la cabeza, le dije,/ por eso no entendés./ Los chicos de los suplementos culturales/ y los chicos de las cátedras de sociales/ te arruinaron la forma de pensar/ y te quitaron la libertad./ Entonces ella se paró, dio un portazo y se fue./ Fui a internet y puse una versión de Cum on feel the noise por Oasis./ Vi que ella se había olvidado la cartera encima de mi cama./ De todas maneras habría encontrado otra excusa/ para volver al día siguiente. Santiago LLach- Discusión.
6- Me he comido/ las ciruelas/ que estaban en/ la hielera, / las cuales/ probablemente tú/ guardabas para/ el desayuno./ Perdóname,/ estaban ricas,/ tan dulces/ y heladas. William Carlos Williams- Esto es solo un decir.
7- ...se produjo un silencio especial, un silencio que ni los diccionarios musicales ni los diccionarios filosóficos registran, como si el tiempo se fracturara y corriera en varias direcciones a la vez, un tiempo puro, ni verbal ni compuesto de gestos o acciones. Roberto Bolaño – Amuleto.
8- La situación es ésta: / Mientras ellos estaban/ Por una poesía del crepúsculo/ Por una poesía de la noche/ Nosotros propugnamos/ La poesía del amanecer./ Este es nuestro mensaje,/ Los resplandores de la poesía/ Deben llegar a todos por igual/ La poesía alcanza para todos./ Nada más, compañeros/ Nosotros condenamos/- Y esto sí que lo digo con respeto-/ La poesía de pequeño dios/ La poesía de vaca sagrada/ La poesía de toro furioso./ Contra la poesía de las nubes./ Nosotros oponemos/ La poesía de la tierra firma/ -Cabeza fría, corazón caliente/ Somos tierrafirmistas decididos-/ Contra la poesía de café/ La poesía de la naturaleza/ Contra la poesía de salón/ La poesía de la plaza pública/ La poesía de protesta social./ Los poetas bajaron del Olimpo. Nicanor Parra – Manifiesto.
9- No tengo ni dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo. Hace un año, hace seis meses, pesaba que era un artista, ya no lo pienso, yo soy. Todo lo que era literatura se ha desprendido de mí. No hay más libros que escribir. Entonces ¿esto qué es? No es un libro. Es un libelo, una difamación. Es un prolongado insulto, en un escupitajo arrojado a la cara del arte, un puntapié en el culo de Dios, del hombre, del destino, del tiempo, del amor, de la belleza… Henry Millar - Trópico de Cáncer.
10- Los chicos ponen monedas en las vías, / miran pasar el tren que lleva gente/ hacia algún lado. / Entonces corren y sacan las monedas/ alisadas por las ruedas y el acero; / se ríen ponen más/ sobre las mismas vías/ y esperan el paso del próximo tren. /  Bueno, eso es todo. Fabián Casas – Paso a nivel en Chacarita.

martes, 2 de septiembre de 2014

Raimondi debería ser el Ministro de Cultura de La Nación


HACER POLÍTICA CULTURAL ES HACER POLÍTICA

Hoy renuncié al cargo de director del Instituto Cultural de Bahía Blanca, el que había asumido en diciembre de 2011, por no compartir el cambio de orientación política del gobierno del que formaba parte. No fue una decisión fácil. En política, 2 + 2 no siempre da 4. El peronismo, por si fuera poco, tiene casi la extensión del mundo conocido.
Hacer política cultural es hacer política en su sentido más extenso: es proyectar modos de hacer sociedad. Esos modos son muchos, porque se puede privilegiar esto o aquello; en esas diferencias está la política. Los lineamientos de una política cultural no pueden estar aislados o desajustados con los presupuestos generales de la política de un gobierno; caso contrario, más tarde o temprano pierden su sentido y legitimidad, su potencia y capacidad de multiplicación.
A lo largo de estos dos años y ocho meses, en un trabajo que involucró a casi todos los actores de la sociedad, se trabajó con la voluntad insistente de ampliar los espacios públicos, de descentralizar los circuitos y promover las acciones en los barrios, de privilegiar y generar mejores condiciones para los artistas de la ciudad, de ubicar definitivamente a Bahía Blanca en el mapa de festivales y encuentros nacionales, de dar centralidad a diversas manifestaciones populares (desde una peña folklórica hasta la preparación de una cazuela de camarón), de reconocer la necesidad de revisar la historia de la ciudad, de producir una instancia estatal de articulación con la producción independiente, etc. En fin, a lo largo de este período se pudo demostrar que diseñar y ejecutar una política cultural pública es un modo concreto y eficaz de generar transformaciones en la vida social a partir de una idea de la ciudad. ¿Qué manifestó la dinámica cultural de la ciudad en estos años? Que Bahía Blanca tiene su versión plural, heterogénea, abierta. Que Bahía Blanca puede ser una ciudad más amable donde vivir.
Tuvimos los carnavales más grandes y populares de una ciudad supuestamente apática. Los artistas locales estuvieron presentes en la casi totalidad de las acciones, con un grado de visibilidad inédito en los últimos tiempos. Los espacios públicos, ya no solo el Parque de Mayo, sino el Independencia, el de la Ciudad, el Illia, el Paseo de las Esculturas, muchísimas plazas, el mismísimo balneario Maldonado y ahora hasta el recinto del Concejo Deliberante se volvieron por insistencia espacios de encuentro. El Teatro Municipal, del que pudimos festejar los 100 años, tuvo su actividad frenética habitual, pero se generaron además como pocas veces actividades en todos los barrios de la ciudad, haciendo teatros y auditorios de clubes, sociedades de fomento y delegaciones, como lo demostró el programa ya clásico de las vacaciones de invierno. Se transformó la Estación Sud en un verdadero complejo cultural con cientos de recitales y lecturas en su Confitería y acciones constantes en la Salita de la Estación, el nuevo taller de Los Chopen, el ¡destinado a ser ampliado! Museo del Deporte y la Plaza del Tango. Sacamos la historia de la ciudad del subsuelo y llevamos, después de muchos intentos previos fracasados, el Museo Histórico al gran edificio del ex hotel de Inmigrantes, con una narrativa nueva capaz de presentar las tensiones y conflictos de esa Bahía Blanca de la que poco se habla: la mapuche, la anarquista, la peronista... Dimos contenido al Centro Cultural Malvinas de Zelarrayán y Cuyo en un trabajo conjunto con los veteranos de guerra, relegados durante tanto tiempo de una palabra pública. Regularizamos con convocatorias y selecciones dos herramientas claves de financiamiento para los artistas y asociaciones de la ciudad, como son el Fondo Municipal de las Artes y la ordenanza de Solidaridad Cultural, cumpliendo con las entregas establecidas. Sacamos a las bibliotecas populares a la calle: con el bosque que crecerá sobre Parchappe y con los picnics de bibliotecas en el Paseo de las Esculturas. Afianzamos un cronograma de encuentros y festivales que hace de nuestra ciudad un polo cultural de renombre a nivel nacional: de teatro, de cine, de poesía, de murga, de circo, de guitarra, de animación, de tango, de música electroacústica, artes visuales, artesanos, candombe, hip-hop, folklore, etc. Mejoramos el programa de la Comedia Municipal, único en el país, con jurados cada vez más renombrados, nuevas incorporaciones al elenco y la edición de cuadernillos para que los docentes trabajen antes y después de ver las obras. Mediante un largo e intenso proyecto de ordenanza favorecimos que los espacios culturales independientes de la ciudad tengan un futuro sobre bases sólidas, y añadimos, con un Fondo de Fomento específico para ellos, una nueva herramienta de financiamiento destinada a la producción local. Hicimos del Coloso Cultural en Villa Mitre un auténtico centro de la cultura popular, con milongas, peñas, ferias y los más variados encuentros. Reorganizamos y duplicamos el programa de talleres. Afianzamos el Encuentro Nacional de Artesanos como una de las grandes fiestas federales de la ciudad, justificando sin dar lugar a duda su presencia en la plaza Rivadavia. Marcamos con numerosos proyectos conjuntos la tendencia de la articulación necesaria entre el Instituto y las cinco escuelas de arte de la ciudad, más allá de sus lógicas administrativas distintas. Comprendimos la Fiesta del Camarón y el Langostino como la gran fiesta comunitaria destinada a revisar la relación tan complicada como clave entre el puerto, la ciudad y la región, con noches multitudinarias y la cazuela gigante como centro de atención, e impulsamos las primeras dos ediciones de la fiesta de otra comunidad fundamental: la de la Carne, en Gral. Cerri, con las vaquillonas al asador que se corresponden con su historia productiva. Generamos los primeros encuentros de orquestas escuela de la ciudad con el fin de darle visibilidad a los programas insustituibles de White y del barrio Miramar. Planteamos la necesidad de abordar la cultura desde su perspectiva educativa, haciendo de las aulas de la ciudad laboratorios donde pensar agenda política con el proyecto en torno a la historia social del arroyo Napostá. Con la señalización y recuperación patrimonial de la llamada Zanja de Rosas y la casa-azotea de Pronsato, mediante un convenio con el área de arqueología de la UNS, mostramos la convicción de que una política cultural se sostiene desde el reconocimiento del territorio. Además expandimos y diversificamos las estrategias de comunicación, claves para propagar una agenda día a día más numerosa de actividades: nueva página de facebook, spots radiales semanales, spots de televisión, nueva página web con nuevas herramientas como el mapa virtual y los 360°, y además la primera revista del Instituto, Rompeviento, 19 números con tiradas de 5000 ejemplares distribuidos en todas las unidades sanitarias del partido.
No tengo una formación política clásica, ni relación orgánica o adscripción estricta a ninguna agrupación en particular. Soy de una generación que ha tenido una relación difícil con la política: la que vivió parte de su adolescencia durante la dictadura, se entusiasmó con la primavera alfonsinista y atravesó con decepción los gobiernos menemistas y de la Alianza. Tal vez por eso estoy entre quienes pudimos ver en el proyecto del gobierno nacional actual la recuperación y actualización de planteos e intenciones de las grandes tradiciones democráticas argentinas. Dos de esos planteos fundamentales son, sin duda, la necesidad de recuperar la política como valor y la de volver a hacer presente el Estado en la vida cotidiana de todos.
Yo le agradezco por lo tanto al intendente Gustavo Bevilacqua la posibilidad que me dio de ocupar un rol en el Estado municipal y ejercer esa enorme responsabilidad de trabajar para mejorar la vida común. Traté de hacerlo con la mayor pasión y el mayor compromiso. Vivimos en una sociedad donde hacer política y ejercer un cargo público son acciones consideradas todavía desde la desconfianza. Eso es por supuesto el resultado de una formación democrática aún muy reciente, en la que hace falta seguir trabajando; desde la política. Porque no hay más que la política para hacer mejor política. Una renuncia también es un ejercicio de la política.
Gracias a todos los compañeros del gobierno con quienes pude trabajar a lo largo de este tiempo, desde los secretarios a cada uno de mis colegas municipales que mueven con su trabajo el día a día de la ciudad, y por supuesto muchísimas gracias a mis compañeros del Instituto Cultural, en todas sus áreas, con quienes de forma esforzada y constante pudimos armar un equipo impresionante. Pero las gracias en esta ocasión son sobre todo a los vecinos y ciudadanos (¡incluidos los artistas, claro!) con quienes corroboramos a lo largo de estos dos años y ocho meses el lema “CULTURA ES TRABAJO COLECTIVO”. Aprendí muchísimo de cada uno. A seguirla. —


COMENTARIO DE MARIO ORTIZ, escritor y poeta de Bahia.

 

El poeta argentino más grande de este país, un intelectual de formación rigurosísima, una extraordinaria persona y muchas cosas más estuvo al frente del Instituto Cultural de nuestra ciudad. ¿Qué se podía esperar de semejante acontecimiento? Las cosas maravillosas que efectivamente ocurrieron y que no fueron obra del milagro sino de un trabajo duro y parejo que el equipo de trabajo que él coordinaba llevaron adelante.
Un pena, y una alegría. Nuestra ciudad en conjunto pierde muchísimo, pero la renuncia de Sergio es un mensaje de dignidad y coherencia. La política es construcción de poder y consensos, pero no todo puede ser lo mismo. El fin NO justifica cualquier medio. Su renuncia es también una denuncia. No se puede bastardear la política como se está haciendo en estos momentos. Como él dice, fuimos una generación que creció en la desconfianza de lo político. Costó reconstruirla. Y ahora, de pronto una mañana nos enteramos de que esta ciudad tiene otro color, que lo que era oposición, ahora es oficialismo, que las personas pueden traicionar los votos de sus electores. El intendente y sus concejales que se pasaron de bando deberían seguir el mismo camino de Sergi: renunciar para hacer política en el massismo. Pero no lo van a hacer. El gobierno d este intendente a partir de ahora será legal, pero no legítimo. Es un usurpador. El sillón de Bordeu está vacío. Sedevacantismo. Va a costar, claro que va a costar reponerse de esto. Pero el ejemplo de Sergio ilumina, alienta. Por eso es una alegría en medio de la tristeza. Ese es mi gran amigo, un tipazo, el mejor poeta vivo de la Argentina. Vamos, Sergio, que el Diccionario Crítico de la Lengua espera que lo termines.

martes, 5 de agosto de 2014

La viuda de Klose



Klose trabajaba con editores que ganaban 
menos aguinaldos que él
y que el último orejón de la fábrica
de rodamientos de Miroslav, su primo.
A Klose no le importaba, nunca le importó
todo lo demás;
era calvo y redactaba correctas
columnas sobre formidables corruptos.

De la última serie de panfletos
-los manuscritos ergonómicos y filantrópicos-
la viuda de Klose
salvaguarda con desvelo y recelo
el preferido pendrive
cuyo celebre archivo es un texto titulado:
Carta a los honorables concejos deliberantes.

Nada lo separa del instante
en que redactó por ultima vez cada palabra,
como si el teclado de la computadora
estuviera saborizado
como si los dedos sudaran las comas,
menudo laburo
hizo Klose sin caer en regodeos:
la sutileza del desvergonzado que se
sabe de antemano cabezón y payaso.

La viuda de Klose se alista para ir a bailar a un resto bar
aunque le sobran los motivos para verse insultada
por las danzarinas,
tal vez ella
solloce,
tal vez ella
noquee
a su compañera profesora
de lengua
si le hace acordar,
cuando le traiga el trago,
que mientras alguien izaba la bandera
de la Provincia de Buenos Aires
a Klose le vaciaron un cartucho
en la sabiola
creyendo que era
un bloguero independiente.

viernes, 1 de agosto de 2014

La rabia brilla por su anuencia


Sobre Rabia, de Sergio Bizzio. Interzona, 2004.



En el poema titulado Malpaso todavía adentro de un huevo de su padre, de Daniel Durand, se lee: “ya no escribimos de los negros hace rato, porque somos negros los que escribimos”. Bizzio, al parecer, no se enteró. En efecto, la construcción de los personajes es el aspecto más débil de la novela. Los protagonistas son José María y Rosa, albañil y mucama respectivamente: él vive en el conurbano, ella escucha a Cristian Castro, él se declara cumbiero de alma, ella es tan ingenua como una empleada doméstica de las telenovelas de Telefe. ¡Además ven juntos el programa de Chiche Gelblung! José María odia su pueblo natal, aunque nunca se sabe por qué. Tampoco se justifica el enamoramiento adolescente que ocurre entre ellos; tal vez, de acuerdo con la conciencia social del autor, así de simple se enamoran dos adultos pobres: los diálogos en esas primeras escenas, son de una candidez que, para seguir con las comparaciones televisivas, parece el guión de una producción de Polka, con la dirección del peor Campanella costumbrista. Por otra parte, Rosa “no es linda pero tiene un millón de buenas intenciones”; José María es noble y sacrificado, o sea, es pobre pero honrado. Si lo que intenta hacer Bizzio es dejarle en claro al lector qué tipo social está abordando, no se entiende por qué no se esforzó en pensar algunas caracterizaciones más ingeniosas; recurre a una cantidad de lugares comunes que no se puede creer. En definitiva, esto es lo que daremos en llamar como literatura cheta: impostada, incapaz de mimesis y representación socio-lingüística, pero necesariamente progre; en otras palabras, noble y condescendiente con el sujeto obrero. Bizzio es un claro ejemplo de esto último; por momentos trata a los personajes como si fueran ositos de peluche.
No obstante, vale la pena leer el texto por  cuestiones estilísticas. Menciono algunas: los adjetivos, como le encantaba a Pound, se limitan a presentar (tratamiento directo de la cosa y economía de palabras). También son destacables las numerosas subordinadas que estructuran apropiadamente los ritmos narrativos, en una novela breve cuyos personajes nunca se quedan quietos. Por último hay una buena cantidad de imágenes bien concebidas y nítidas que ayudan al lector a no perderse en el escenario-mansión donde transcurren la mayoría de los acontecimientos.

martes, 29 de julio de 2014

Y justicia para todos. Vol I

Compilado de mis estados de Facebook. Vol I.

"Las personas que critican al Diego por "ignorante y drogadicto" son exactamente las mismas personas que alguna vez tomaron Activia y se sintieron sanas; leyeron la Revista Viva; usaron jeans con ojotas y al ver Masterchef creyeron que estaban viendo un programa diferente".

"10 am aproximadamente: estoy esperando que me atiendan en la oficina de un importante organismo estatal. hay mucha gente esperando, varios gremialistas de un gremio picante. toda la escena es pateticamente graciosa, me río: gritos, teléfonos sonando una tras otro y tumulto: en la fila no se sabe quién está primero, quien segundo, quién último. Brasil decime qué se siente: una chica de las que atiende se acerca y me dice casi al oido, casi susurrandome: a vos te atiendo primero porque sos el unico que sonríe. Mastercard esto tampoco tiene precio".

"Una de mis capacidades diferentes es preparar un buen gin tonic. en breve..."

"Los bosteros que están enojados con Román por su "alejamiento" son los mismos que todavía extrañan a la ex novia, le hacen escenas de celos a la actual porque temen que los cague como la anterior y es altamente probable que alguna vez hayan usado camperas de jean con corderito adentro."

"Bien ahora que pasó San valentín (?), voy a decir algo que lo podría decir de una manera simple pero que lo voy a decir de una manera sofisticada para parecer inteligente y exhibir una vez más, en esta feria de vanidades llamada facebook, cúanto he leido-. EN UN LIBRO QUE SE LLAMA FRAGMENTOS DE UN DISCURSO AMOROSO, ROLAND BARTHES dice que en las relaciones amorosas-sexuales, lo obsceno es lo contrario a lo que comúnmente pensamos que es obsceno, es decir lo genital, lo pornográfico, los fluidos. Barthes dice que eso no es obsceno, dice que lo verdaderamente obsceno, en cambio, es el discurso excesivamente meloso: cuchi, mamu, te amo hasta el infinito, bebota de mi corazón, sos mi vida, bichi, batatita, budincito, pasteldepapita, etc, etc. y expresiones de ese tipo que abundaron el viernes.
Loco, no sean TAN OBSCENOS.
 
pd: quién escribe no trata de parecer un superado insoportable ya que no se encuentra exento de haberle dicho lo mismo a alguien en toda su vida, por eso pueden llamarlo insoportable de todas formas, pero no así superado".

 

lunes, 23 de junio de 2014

El tímido verborrágico

Escuchar a Horacio Gonzalez es una experiencia placentera. A veces disiento, pero es notable que alguien con un prosa barroca  y una oralidad no menos compleja, sea tan coherente; piensa y habla cotidianamente así,  de un modo oscuro y hermético, como si estuviera leyendo a Hegel, tanto al pedir un café en un bar como al dar una clase académica. 
Esto tiene que ver con un principio constructivo que sostengo y defiendo: el estilo no es un adorno (o no debe serlo), es un conjunto de recursos retóricos para hacer más eficaz la comunicación y la profundidad del tratamiento de un determinado tema. Horacio no cancherea cuando habla difícil o cuando escribe con sus volteretas sintácticas usando un léxico amplio, diverso. Horacio busca la precisión; vemos cómo usa el lenguaje desde su función eminentemente práctica: lo supedita a la intervención en el debate público, con compromiso y honestidad intelectual, buscando los argumentos necesarios y pertinentes aunque eso implique pegar mil vueltas; no hay, por lo demás, erudición jactanciosa, sino sólo un recurso más para perfeccionar la coherencia entre lo que piensa y dice. Alguien me objetará: “pero qué ingenuidad, eso es tan aristotélico”. Yo le respondo: no importa, todavía en Occidente los problemas son los mismos. Con Horacio nos damos cuenta que la erudición no es una colección de citas de alta cultura, es una caja de herramientas siempre lista para interpretar una idea, para relacionar, contextualizar, historizar y poner, lo que sea, en el lugar que le corresponda. En decir, para ver al objeto que se analiza con mayor claridad y distinción. Uy: ahora alguien va a decir que esto es basura moderna, que es excesivamente deudor del método cartesiano. No importa, ya lo dijo Cristina hace poco en la plaza del 25: tenemos que ser un poco más claros. Y Gonzalez, paradójicamente, que es complicado, difícil de entender, en realidad es claro, transparente. No obstante, tal vez debamos acostumbrarnos a que claridad no es sinónimo de simple y fácil, claridad no implica allanar caminos. Con Horacio hay que hacer un esfuerzo.

Hace poco en el programa de radio la Otra, de Oscar Cuervo le hicieron una entrevista muy buena, habló de todo, con esa voz trémula que lo revela tímido como él mismo se caracterizó alguna vez. ¿Por qué es muy buena la entrevista? Porque los entrevistadores le brindan tiempo para que desarrolle sus ideas, para que se explaye.


viernes, 2 de mayo de 2014

Kanye Oeste

Lo mejor del pop contemporáneo definitivamente es Kanye West: un rapper fino, sofisticado, con una poética que trasciende los lugares comunes del estereotipo del gansta misógino. Es un artista pop con pretensiones de vanguardia: se nutre de otras tradiciones como el jazz, el soul, el rock, el minimalismo, la música electrónica. Acá pueden ver un video clip que, en realidad, es un corto de 30 minutos; compuesto de tres partes, contiene una ópera, un ballet y un banquete. Extraordinario:




viernes, 25 de abril de 2014

Lectura el próximo Sábato

Jornada Literatura + DDHH en el Museo de Bellas Artes de Moreno.

Este sábado, a las 20 hs, Tomas de Moreno y yo leemos para todos y todas. Habrá música en vivo y comida. NO SE LO PIERDAN.
Ya nos confirmaron asistencia: nuestras groupies, mi pedicure, los compañeros senegaleses que venden sobre Libertador, ex novias, la Orga de los Trapitos y Sheyla, una cantante pop que no conoce nadie. 
LOS ESPERAMOS.




sábado, 12 de abril de 2014

Lábil.

balance de lo que va del año: hasta ahora engordé un par de kilos significativos y especialmente visibles a la altura del ombligo. aprendí con maquiavelo que el pueblo es voluble. que la gente piensa "a", mañana "b", pasado "a " otra vez y de última cambia a la opinión "c". aprendí que los videos de linchamientos son bastante fuertes.

después de negarlo durante mucho tiempo acepté que me puede llegar a gustar mucho una chica sin siquiera haberla besado. y que tengo el "te quiero" bastante fácil. a principios de enero me propuse salir con mujeres de más de treinta años y salí con dos: con la primera, que ya me dejó, cogimos como cabras salvajes. luego seduje a una mujer de ¡47 años! y accedió para vernos en la semana y, naturalmente, cancelé.

me enojé varias veces con mi servidor de internet porque no pude ver las series que quería ya que se me colgaba frecuentemente y la conexión a veces fue lenta. por otra parte, speedy dijo: no podemos hacer nada porque hay que instalar cajas y no sabemos cuándo lo vamos a hacer. inviertan en el conurbano putos, los insulté por lo bajo. llegué tres veces tarde al turno que tenia en el ministerio de justicia para tramitar la constancia de antecedentes penales y me odié. a veces me sentí extremadamente hábil para las relaciones humanas y a veces sentí que todos sabían algo que yo no y eso me angustió. por fin pude pronunciar la palabra que tanto me gusta en una oración coherente: "la policía no es lábil a la bajada política".

agilicé los dedos de mis manos para tocar la guitarra, un paso importante hacia la memoria muscular que estamos buscando con mi profe y amigo Tomas de Moreno. empecé a escuchar más seguido a mozart; la symphony no. 40 in g minor fue mi preferida. en febrero empecé a entrenar devuelta en el gimnasio y al mes dejé porque no pude ir sólo, necesitaba un amigo/a que me acompañara y lamentablemente nunca hubo alguien disponible ya que no nos coincidieron los horarios y las ganas.

descubrí que la asociación civil que está cerca de mi casa tiene un convenio con el banco mundial y me quedé estupefacto. continué militando y rosqueando como siempre, y como buen joven de los sectores populares me seguí tomando demasiado en serio eso de que no tenemos capacidad de ahorro: derroché todo en bares, comida, libros, música, alcohol, películas y telos sin guardar un centavo.

finalmente, junto con mis compañeros de cursada, debatí con mucho entusiasmo sobre el futuro de la comunicación en la argentina y luego me di cuenta que, pese a nuestros esfuerzos, clarín ganó por afano la primera parte del año al publicar en papel algo realmente imbatible: un medidor de pijas.






lunes, 24 de marzo de 2014

Morena polifonía

Morena, canción tradicional sefardí, una de las primeras piezas musicales de la historia occidental en incorporar la polifonía.





Revista Morena. La revista polifónica de los estudiantes de la Universidad Nacional de Moreno. Más voces, nuevas voces.

                                                        QUIÉNES SOMOS

La Revista Morena es una plataforma digital de textos, imágenes y producciones audiovisuales que realizamos estudiantes de diferentes carreras de la Universidad Nacional de Moreno. Intenta ser un espacio que propicie la divulgación de artículos críticos para difundir y alentar un debate responsable. Es decir, un debate con argumentos constructivos sobre qué universidad y qué país queremos tanto en términos políticos, económicos, sociales como culturales. Atendiendo especialmente a nuestra realidad universitaria y local pero sin olvidar la realidad latinoamericana, ubicada en un contexto mundial complejo. Durante los últimos años hemos vuelto a soñar que una sociedad más justa es posible y es por eso que a la hora de expresar nuestras opiniones no queremos caer en arbitrariedades, facilismos, ni miradas cínicas ya que sostenemos que sólo con trabajo, dedicación y honestidad intelectual es posible aportar ideas, acaso modestas pero verdaderamente fructíferas. Sin escatimar nuestras posiciones y nuestras verdades relativas pues consideramos que no existe la objetividad sino interpretaciones que se construyen socialmente. Desde la aventura de la autogestión y desde la alegría de la construcción colectiva, en equipo, saludamos y damos la bienvenida a todos los estudiantes, a todos nuestros lectores.

jueves, 20 de marzo de 2014

La Grande Belleza


“Cuando llegué a Roma a los 26 años me precipité demasiado rápido, casi sin darme cuenta, en lo que se podría definir como el vórtice de la mundanidad, pero yo no quería ser simplemente un hombre mundano quería ser el rey de los mundanos.” Así se define Jep Gambardella, (Tony Servillio) el protagonista de La Gran Belleza, la última ganadora de un Oscar como mejor película extranjera. No sólo la frase nos gusta, tiene punch, sino además aprendemos una palabra nueva: vórtice. El diccionario dice: flujo turbulento en rotación espiral. Efectivamente, Jep es un flaneur, un dandy, un escritor consagrado que le bastó escribir una sola novela para sacudir la literatura italiana; Jep es un cínico de aquellos: melancólico, hastiado, un Baudilaire del siglo XXI que desde joven irrumpe en el torbellino de la mundanidad romana. Desde chico, cuenta él, cuando los amigos preguntaban qué olor más le gustaba, mientras todos respondían “el olor a concha”, él en cambio, elegía “el olor a armario viejo”. Otro niño sensible más que devendría en escritor. Hedonista, a lo largo de todo el film, veremos a Jep bebiendo, comiendo, fumando habanos, vistiendo elegantes trajes, con infinitas combinaciones de camisas y pañuelos, y haciendo comentarios sobre las sensaciones que éstos placeres mundanos le producen.

Sorrentino, el director italiano, que le dedicó el premio a Fellini y a Maradona, nos muestra la Roma contemporánea. Los amigos de Jep son todos artistas o al menos aparentan serlo; algunos son exitosos otros no tanto, pero todos vinculados a la escena cultural italiana, tan cultos y sofisticados, como frívolos y envidiosos. Se reúnen todas las semana a beber y a reírse de los demás y especialmente de sí mismos. Hay una escena memorable: una de las amigas de Jep hace un monólogo enumerando sus virtudes como mujer moderna: reconocida escritora, mejor periodista, elocuente panelista de un programa televisivo, madre responsable, etc, etc. Cada cosa que afirma lo hace con la mirada perturbada, con odio en sus ojos; enseguida sabemos que le habla indirectamente a uno solo de sus interlocutores que la rodean, le habla a Jep, con inocultable rencor y envidia. No voy a reproducir lo que él le responde, sólo digo que contraataca apaciblemente pero con una respuesta contundente, con otro breve y genial monólogo. Jep parece ser de esos tipos que están más allá del bien y del mal y cuyo cinismo es apuballante. Este cinismo, tanto como caracterización del personaje principal  y como lugar de enunciación, es acertado desde el punto de vista estético político. En Argentina aburre el discurso cínico, repleto de algo que es imperativo categórico evitar: los lugares comunes. Acá se terminó el Consenso de Washington, pese a todas las cosas negativas que existen y que es de necios negar, también es de necios negar que es evidente el cambio de época, de clima cultural, sobretodo de autoestima nacional. No hay motivos para un Diógenes. En cambio, en la Italia berlusconiana actual, es atinado que el protagonista, una sensibilidad elevada, sea un cínico memorable. Tiene motivos de sobra.

La película transcurre lentamente, con una iluminación estupenda, especialmente cuando es de noche. Hay imágenes - postales de Roma que no muestran sólo el Coliseo si no, por ejemplo, las centeneria arquitectura del edificio de un convento, por dentro y por fuera, donde visualizamos el diario trajín de las monjas. La música se destaca, la disfrutamos de punta a punta, todas las canciones que suenan son agradables, cantadas en distintos idiomas: italiano, inglés e incluso en español suena una suerte de mambo. Confieso una cosa: la versión de “A ar Lämore comicie tu” de Rafaela Carrá, con Bob Sinclair,  que escuchamos en la escena inicial de la fiesta, me encantó. Traducida, la canción se titula fabulosamente “En el amor todo es empezar”.


Jep es un tipo ocioso y meditabundo, pero cuando habla es simpático y ocurrente. Se gana la vida como periodista. Entrevista y escribe notas sobre otros artistas. El arte es el único tema que escapa de su cinismo. En una parte entrevista a una chica hiperposmoderna, una performer cuya obra consiste en gritar con un vestido blanco horrible y estrellarse contra una pared milenaria, luego de tomar carrera y venir corriendo a toda velocidad. Jep, por supuesto, no entiende el sentido, la idea, el concepto, la supuesta belleza, el supuesto mensaje, no entiende nada, como nos pasa a la mayoría al contemplar gran parte del arte contemporáneo, cuando nos sinceramos y dejamos a un lado, al menos por el momento, el snobismo recalcitrante. Jep pregunta a la autora de semejante pavada, qué quiso hacer, insiste, que le explique, que qué es, que por qué hizo eso… Es una escena donde el director intenta ridiculizar a aquellos que le dan más importancia a la figura del artista que al trabajo propiamente dicho. La crítica no es novedosa, pero está bien que lo recuerde. “Somos un país de entrevistados” dice Jep, con resignación, a su mejor amigo.

Un día Jep recibe al marido de quién fue, como diría Virginia Lagos al presentar un bodrio, el amor de su vida. Ella lo dejó cuando tenían veinte años. Y vivió tres monótonas y apacibles décadas con el hombre que acaba de llegar para comunicarle con infinita tristeza que ella ha muerto y que sólo lo amó a él, a nuestro Jep. El escritor le cree pero para consolarlo simula: que está equivocado, que cómo puede ser. El hombre le dice que lo leyó en el diario íntimo de la mujer. Jep a partir de allí va a tener ensoñaciones, dormido y despierto, con quien fue la única chica que, como diría Virginia Lagos luego de beber té de hierbas peligrosas, lo volvió loco. Recuerdos de su pasado, imágenes con ella en la playa, nadando en el mar. Es así como Jep va a saber que su vida también es tan vana, superficial y frívola como la de sus amigos, la fauna, como los define él. La lucidez de la autoconciencia esta vez lo lastima y, en adelante, será un peso, una carga de conciencia.
Nos preguntamos: el protagonista ¿hallará redención? como en una película típicamente holliwoodense No. Ni siquiera la busca, porque Jep sabe muy bien que no hay redención, que ni siquiera existe la posibilidad, el mundo está jodido (Europa es políticamente una mierda, todas las salidas políticas para enfrentar la crisis económica, lo fueron) y el sabe que, por neutralidad, omisión, tácitamente, es responsable de esa mierda también.
En otras palabras, Jep va a visitar a un viejo amigo, dueño de un cabaret y experimentado empresario de la noche, y éste le cuenta, con aplomo, que últimamente el negocio se nutre de polacas adolescentes, baratas y que saben hacer cosas nuevas. Advertencia: si el espectador ingenuo cree que Sorrentino va proponer una salida moral, tranquilizadora, se equivoca: inmediatamente aparece una mujer cuarentona, hija del dueño, una morocha descomunal, que es ¡la estrella! del boliche, y afirma sutilmente que le encanta su trabajo, porque le brinda libertad e independencia y la paga es buena. Es decir, a partir de esto se nos viene encima el fuera de foco inmenso que sugiere el director: “afuera”, los empleos “decentes” para mujeres que brinda el capital europeo (mundial) pueden ser peores.

Hay muchos personajes con rasgos exagerados, grotescos. Acaso en eso se ve la influencia de Fellini, o cierto homenaje al gran Federico, como dicen algunos críticos. Un cardenal con futuro de Papa y con un ego grande como la Torre de Pisa. Un dramaturgo frustrado que intenta, patéticamente, levantarse a una actriz histérica que sólo lo usa y le gasta el dinero. Una enana estratega que oficia de promotora cultural. Un poeta que no habla en toda la película. Un psicótico y futuro suicida que se toma demasiado en serio la literatura que lee. Una vedette pasada de moda. Y una monja que parece ser el único personaje real: con 103 años, ha entregado su vida a vivir junto a las comunidades más pobres de África y parece ser, además del protagonista, el único personaje realmente vivo, en términos pedantes: el personaje con más espesura ontológica. Todos estos personajes son los que veremos desfilar durante todo el film. El paisaje de una burguesía cultural que no es inmune a la decadencia que el anarcocapitalismo le imprime a las elites europeas.


A Jep, como consuelo, le queda disfrutar de alguna reminiscencia de su primera novia, apreciar casi boquiabierto las fotos que, una por día, le sacaron a un fotógrafo desde que nació, le queda ver la hermosura de una nena enfurecida que pinta a lo Jackson Pollock obligada por sus padres, le queda sentir la brisa de una tarde romana. Apenas ligeras bondades que mejoran el último tramo de su vida, pero que, intuimos, no son suficientes para conseguir aquello que Virginia Lagos diría después de inyectarse botox: la felicidad. Pues, como diría Frank J. Underwood: “para los hombres como yo poder sólo mantenernos a flote es lo mismo que estar hundidos”.

martes, 25 de febrero de 2014

El Sócrates que le gusta a la gente



En Brasil, al iniciarse la década de 1980, la dictadura militar (1964-1985) perseguía a los movimientos democráticos que pedían “Direitas já” (Elecciones). Sócrates, el mítico jugador del Corinthians, capitán del club y de la selección nacional, propuso un movimiento interno en el equipo para adherir a la campaña política contra la dictadura; así, él y sus compañeros, comenzaron a jugar con un brazalete amarillo, color que identificaba al movimiento político de oposición.
Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, que era llamado “El Doctor” por haber estudiado medicina, utilizó su talento con la pelota para crear conciencia y denunciar los problemas sociales de su país. Promovió la lucha contra la pobreza y especialmente militó para conseguir techo a los marginados. Fue un líder carismático del pueblo que no dudó en reclamar el fin de la dictadura. Se hizo célebre por su barba, su melena y su rebeldía dentro y fuera de la cancha.
En el ámbito deportivo, Corinthians instauró un método de asamblea interna permanente para conseguir un sistema de juego que los llevará al campeonato, luego de veinte años sin conseguir el título. Asimismo, todas las decisiones importantes del club se decidían colectivamente, y todos tenían derecho al voto. Fue la famosa Democracia Corinthiana, donde el director técnico, Atilson Monteiro Alves, era una especie de secretario de la puesta en marcha del debate colectivo promovido por Sócrates y las demás figuras del club, que se regía al estilo de una cooperativa. Otro de los jugadores destacados fue Wladimir, por entonces abanderado del Sindicato de Jugadores Paulistas y, aún hoy, militante de izquierda.

“La democracia corinthiana estaba revolucionando el modo de gobernar a los clubes, y además era combustible para las masas que peleaban por derrumbar a la dictadura”, declaró Juca Kfouri, director de la revista deportiva Placar en ésa época, publicación que apoyó las propuestas del Corinthians.
Con su revolucionario método de organización interna y una postura política clara, Corinthians volvió a salir campeón, contra viento y marea, y contribuyó a poner fin a la dictadura, que se derrumbaba poco a poco. La consigna política fue abrazada con enormes banderas amarillas por la "torcida" corinthiana, banderas que pasaron a flamear, desafiantes del régimen militar, a todos los estadios de Brasil en las manos de otras hinchadas que adhirieron.