miércoles, 5 de agosto de 2015

Los spots de campaña y The Walking Dead

En una entrevista que le hace una periodista tucumana en un humilde programa de Tv y a partir de su visita a la Universidad Nacional de Tucuman, Nicolás Rosa* en un momento dice que al recorrer a pata la capital de aquella provincia percibió una suerte de extraordinario erotismo, reflejado en el aire, en las calles, en las caras y gestos de los habitantes que lo invitaba a quedarse, a disfrutarla, a contemplarla, algo que no se percibe en Bs. As. ni en la mayoría de las ciudades cosmopolitas del mundo, decía, ya que en ellas los habitantes tienen trazado de antemano un recorrido, un habitus social, determinado arquitectónicamente, que es el correlato espacial de una forma rutinaria de vivir, de habitar la ciudad y que se traslada al comportamiento de la gente; un mecanismo funcional a la división del trabajo y a la organización de la producción de valor agregado como en cualquier polis capitalista. Me acordé de esta entrevista a partir de las ridículas pantomimas que vemos hacer en los spots de campaña a la mayoría de los candidatos cuyo leimotiv es “caminar la ciudad.” Me llevó a preguntarme, mientras me bañaba (¡): ¿cómo nosotros caminamos Moreno? ¿cuántas formas hay de caminar un lugar, una ciudad, un barrio? ¿cuáles son las condiciones de posibilidad de caminar Moreno? Es decir, ¿hasta dónde? ¿Cuánto tiempo? ¿A qué cosas hay prestarle especial atención? ¿Existe una diferencia entre caminar Capital y caminar Moreno? Políticamente seguro. 

Por otra parte, en términos de placer, confieso que les envidio una sola cosa a los porteños. Y por eso no concuerdo del todo con Nicolás. Ellos tienen la posibilidad de salir, supongamos, un sábado a la madrugada a caminar, solamente a caminar, cruzar de punta a punta barrios, de comuna a comuna. Perderse bajo las luces. Aunque no en cualquier zona, obviamente. Lo experimenté con amigos de allá y con mi segunda ex novia que vivía cerca de Puán. Ebrio, en una noche primaveral, es lindo caminar sin ir a ningún lado en particular, solo dejarte llevar por la sintaxis (?) de las veredas, de los empedrados, hasta altas horas de la noche, tranquilo...