La soledad se hace. Un vino y la gente la hacen/ Qué va a hacer? Eso es vivir./
Sé, soy especial/
Ya sé, soy especial
/ Me caen todos mal/
Me caen todos mal. Esta es la letra de una de las canciones de una nueva
banda argentina que vale la pena. Si bien no estan renovando, ni
aportando algo nuevo, ni creando algo novedoso,
simplemente tienen la gran virtud de no caer en la demagógia fácil que
practican la mayoria de las bandas de rock actuales; esas que,
disco a disco, show a show, nos dan lo que "queremos" escuchar, lo que
"esperamos" escuchar, y no se arriesgan nunca. En cambio esta nueva formación
tiene el merito de ser iconoclasta posta, y de ser autentica como lo
era Flema: no les falta actitud y despojo punk, las emociones que mueven
sus canciones son potentes, genuinas con letras simples aunque
sugestivas, con poco logran interpelar mucho: mucha guitarra distorsionada y algunos
gritos desaforados. Vale destacarlos ya que oxigenan nuestro
querido rock nacional que hoy, salvo algunas excepciones, da lastima.
Por otra parte, no les falta
tampoco la critica social, ni el humor, la ironia o el absurdo, dicen: Nunca debí haberte tomado enserio.
/Siempre estoy donde quiero estar.
/Siempre estoy donde quiero estar.
/Pero me persigue un nubarrón,
/que garrón, qué garrón.
/Me persigue un nubarrón,
Son cuatro en total, aunque en sus recitales a veces invitan a otros artistas que aportan en escena desde otras disciplinas. La banda está formada por dos chabones y dos minas, una
en la bata, la otra, voz y teclado*; son todos laburantes que en este
momento estan recolectando guita a traves de Ideame para sacar un nuevo disco. La rubia se
ganó mi corazón cuando en una entrevista dijo que labura editando videos
en un canal de televisión sosteniendo una botella de birra con una mano
mientras con la otra formaba una pistola y hacia que se volaba los sesos.
Como
si esto fuera poco tienen un nombre genial: LOS RUSOS HIJOS DE PUTA.
*A veces se desnuda en los recitales.
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